¿Deseas éxito? Cuida tu caracter

Nuestro carácter está en constante formación.  Hay tres areas importantísimos donde debemos cuidar nuestro carácter si deseamos éxito en la vida y el ministerio.  Como ha dicho el autor y consultor de negocios, Michael Hyatt, “Carisma puede ser util en atraer seguidores, pero es mayormente inútil cuando buscamos lograr un impacto positivo y de largo plazo en las personas y organizaciones que estamos liderando.  Para eso, necesitamos carácter.” (Articulo en inglés aqui: https://michaelhyatt.com/3-forces-that-shape-character.html)

1. Vida personal.  Es de primera importancia que vivamos de adentro para afuera. O sea, nuestros pensamientos, actitudes y valores determinaran nuestras acciones y reacciones a la vida y las demás personas. Jesús habló claramente:

“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón presenta lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón presenta lo malo. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.”Lucas 6:45 (RVA)

No podemos ocultar lo que está adentro, por eso ser honesto con nosotros mismos, pidiendo que Dios revele cualquier maldad oculto es indispensable para nuestras vidas.  Y cuando por la gracia de Dios se aparta la cortina, y nos encontramos cara a cara con lo asqueroso de uno mismo, la única respuesta correcta es confesión y arrepentimiento, confiando que el amor de Dios es constante.  Nos marchamos en otra direccion rechazando la maldad, viviendo la realidad de quienes somos en Cristo.  Es decir “No!” a las practicas y pensamientos que socaven el buen carácter, sabiendo que el éxito de mañana se construye sobre el compromiso con el buen carácter que escogemos hoy.

2. Vida relacional. Nuestras relaciones con las demás personas brotan de nuestro carácter personal y debemos buscar cultivar autenticidad, integridad y honestidad dentro de todas nuestras relaciones, especialmente dentro de nuestros matrimonios, familias y ministerios.  Esto es difícil cuando se habla de confesar y admitir donde hemos fallado, o estado en error, o actuado con desprecio, enojo, celo o deshonestidad.  Pero si creemos que en verdad nuestro pecado no nos define, que somos amados por Dios por ser hijo adoptivo de El y no por lo que hacemos o no hacemos, esto nos da la perspectiva y coraje para vivir abiertamente con nuestros seres más queridos. La humildad demostrado en admitir, disculpar y pedir perdón es una herramienta muy fuerte en la formación de carácter y relaciones.  Cuando esto no está presente, nuestras relaciones deterioran y son marcados por desconfianza, sospecha, juicio, lo cual puede conducir a amargura, enojo y odio. En vez de éxito y fuerza hay fracaso y debilidad que afecta quienes somos y todo lo que hacemos.

3. Vida espiritual.  Tenemos que ser honestos con nosotros mismos y con Dios.  Sin esto, no tenemos carácter en nuestras vidas espirituales.  Vivir con mascaras, jugando el papel del espiritual o el justo, nos pone bajo presión de mantener imágenes, fingir que todo está bien y resulta en esconder quienes somos en verdad. Vivir así es intentar sobrevivir un huracán dentro de una casa de cartón - es imposible al largo plazo y tiene consecuencias desastrosas.  Ser brutalmente honesto con Dios acerca de nuestras luchas, debilidades, frustraciones, decepciones y pecado es el primer paso en invitar la participación del Espíritu Santo en la santificación que todos necesitamos. Es dejar que Dios tome el rol central en la formación de nuestro carácter, trayéndonos el animo y la convicción necesaria y la fuerza y coraje para actuar conforme a Su voluntad en vez de la nuestra.  

Cuando desarrollamos carácter genuina y buena en estas tres areas de nuestras vidas, estamos en buena posición para que Dios nos dirige y nos bendice con el éxito verdadero.  Un éxito que avanza Su reino y que resulta en personas expuestas y animadas por el amor y carácter de Dios fluyendo de El mediante nuestras vidas.  Esto resultará en verdadera transformación de vidas - la nuestra y los demás tambien. 

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