9/7/15
¿Dios habla hoy? ¿Cambia Dios sus métodos de comunicarse con los hombres? Son preguntas importantes para discernir las supuestas voces proféticas de hoy día. La afirmación común es “Dios es el mismo, ayer, hoy y para siempre” y eso es cierto. Pero el hecho de que Dios no cambie en su naturaleza ni su carácter no significa que no cambie sus métodos de revelar su voluntad a los hombres.
El opuesto es cierto, y lo que podemos decir con certeza es que Dios si cambia la manera de realizar su obra, especialmente la de revelación. Esto se nota claramente en Hebreo 1:1-2 que dice:
"Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo.”
Nota el cambio – “en otro tiempo por los profetas” pero “en estos últimos días por el Hijo.”
Jesucristo es la última y máxima revelación de Dios, pues es Dios encarnado, Dios en forma de hombre, Emanuel – Dios con nosotros. En Jesucristo, Dios mismo habla directamente a los hombres, algo muy superior que en los tiempos pasados hablar por medio de hombres – profetas. Por eso, no tiene ningún sentido cuando un hombre se levanta para auto-proclamarse “profeta” de Dios y traer un nuevo mensaje o una restauración. Al decirlo arrogantemente afirma ser mejor revelador del mensaje de Dios que el mismo Jesucristo. Tal persona demuestra que no tiene conocimiento de la Biblia donde se habla claramente de la superioridad de Jesus sobre profetas. Amos 3:7 frecuentemente es tomado completamente fuera de contexto para defender la idea de que Dios siempre va a hablar por medio de un profeta. Pero el contexto de ese pasaje es la idea que Dios siempre proveerá un aviso antes de venir el juicio y lo hará por medio de voz profético. Tenemos el aviso de Dios último y máximo por medio de Jesucristo, que no solo vino a advertir del juicio venidero, sino tambien proveer el escape garantizado para los que pongan su fe en él.
Cualquier hombre o mujer quien se levanta para auto-proclamarse voz profético de Dios y trae mensaje que varia en lo mínimo de lo ya revelado por Jesucristo y sus apóstoles y mensajeros escribiendo a través del Nuevo Testamento (vea Gálatas 1:8-9) es arrogante engañador quien debe ser cuidadosamente examinado y firmemente rechazado.